El sistema estadístico del Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico ha sido ineficiente por muchos años y con la reciente ola de despidos esta situación va a empeorar. Todo indica que con estos despidos, el Gobierno ha cesanteado a gran parte del personal que trabaja con estadísticas en las agencias. Según la prensa, se enviaron carta de despido a todos los empleados de carrera del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, una agencia a la que nunca se le ha dado la importancia que merece. De igual forma, la mayoría de las Procuradurías se quedan sin personal especializado para trabajar con las estadísticas. Por ejemplo, en el Departamento de Salud todavía no han entregado las cartas de despidos y las Estadísticas Vitales están más degradadas que el crédito del gobierno. Imaginen lo que ocurrirá si despiden a parte del personal del Registro Demográfico o de la División de Análisis de Estadísticas. No se sorprendan si con este proceso totalmente “ciego” despiden a los epidemiólogos que trabajan con la influenza A (H1N1).

Utilizando las estadísticas y viendo el perfil de los empleados públicos, era evidente que las más afectadas con estos despidos serían las mujeres, muchas de estas jefas de familia, solas y con hijos. De igual forma, nuestra población se hace más vieja cada día y la violencia ha alcanzado niveles insospechados. Ante esta situación el gobierno ha decidido desmantelar las principales Procuradurías. Son estas las que brindan servicios a las poblaciones vulnerables y que trabajan con sus situaciones. La existencia de estas Procuradurías fue el logro de muchos años de lucha e intenso trabajo. Con una firma de los “dirigentes” del país, hemos retrocedido al siglo pasado.